hyl Por Heinrich y Loyola


Palazzani describió el contexto
en el que fueron asesinados

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La Unidad Fiscal de causas de Derechos Humanos de Bahía Blanca continuó con su alegato en el marco del juicio oral por delitos de lesa humanidad cometidos en la zona represiva controlada por la Armada; en la ocasión, brindó detalles sobre el papel jugado por el diario La Nueva Provincia en el caso de secuestro, tortura y muerte de los obreros y delegados y dirigentes del Sindicato Gráfico de Bahía Blanca Enrique Heinrich y Miguel Angel Loyola, ambos trabajadores del citado matutino.

En su alegato, el fiscal Miguel Angel Palazzani recordó que al momento en que trabajaban Heinrich y Loyola "la familia Massot era propietaria de, según ellos mismos se jactaban, el primer multimedios monopólico en la región, integrado por su nave insignia el diario La Nueva Provincia (hoy La Nueva), la radio LU2 y un canal de televisión Telenueva Canal 9".

Tras nombrar a varios de los testigos que dieron cuenta de ello, el fiscal señaló que "todos ellos refirieron que Enrique y Miguel Angel eran dirigentes del gremio gráfico con un marcado compromiso en la representación de los intereses de los trabajadores y en el encabezamiento de los reclamos gremiales y laborales".
Palazzani también comentó que "durante los meses de julio a octubre de 1975 La Nueva Provincia tuvo la tirada de solamente el 30 por ciento de todo el período, con lo que imaginemos que el hecho implicaba no sólo desde el punto de vista empresarial, sino desde la constitución subjetiva de la familia Massot: que su diario no apareciera por conflictos gremiales en la ciudad".
"El caso de Heinrich y Loyola debe ser juzgado en su debido contexto, porque expresa en sí mismo los componentes del fenómeno del terrorismo de Estado cívico militar, pero también atraviesa horizontalmente la trama de la complicidad civil en Bahía Blanca (...) los familiares (de Heinrich y Loyola) peregrinaron por tribunales provinciales, federales y altos estamentos de la Iglesia Católica", afirmó.
Para el fiscal, "los secuestros, torturas y homicidios calificados que sufrieron Enrique y Miguel tienen como denominador común y origen el conflicto gremial que tienen con el grupo empresario Massot-La Nueva Provincia". La acusación se hace "sin perjuicio de que se encuentra en etapa de instrucción en la secretaría de Derechos Humanos del juzgado Federal local, una causa penal para determinar la participación criminal de propietarios y directivos de la empresa, causa que tiene origen en la causa 982, primer debate y juicio que se realizó en la jurisdicción", completó.
Además el fiscal dijo que a partir de ello "se comenzó a investigar las responsabilidades criminales del núcleo duro que manejaba el grupo empresario, los medios de comunicación de la época".
También Palazzani dijo que el secuestro de los dos trabajadores gráficos "estuvo precedido por varios meses de persecución como correlato directo la actividad gremial desarrollada y los conflictos laborales existentes desde 1973 entre los trabajadores sindicalizados y los propietarios y directivos de la empresa".
Al respecto, el fiscal señaló "la abundante documentación de la ex DIPBA en relación al caso agregada a la causa entre la que encontramos el legajo 159 caratulado Sindicato de Artes Gráficas Bahía Blanca del cual surgen Heinrich y Loyola desde marzo de 1974 formaban parte de la comisión directiva del sindicato; además, incluyen sus datos personales y el domicilio, el mismo domicilio del cual dos años después serían secuestrados".
"Del mismo año 1974 data una de las dos fichas a nombre de Miguel Angel Loyola que se encontraba en el archivo de la DIPBA, en tanto contamos con tres a nombre de Heinrich, la primera con fecha 1962 la cual remite a un legajo sobre el diario La Nueva Provincia", sostuvo.
Heinrich era maquinista en la rotativa y secretario general del Sindicato de Artes Gráficas bahiense, mientras que Loyola trabajaba como estereotipista y era tesorero de esa organización gremial.
Los dos trabajadores y gremialistas fueron secuestrados de sus casas al atardecer del 30 de junio de 1976 y sus cuerpos maniatados, con signos de torturas y numerosos disparos, aparecieron el 4 de julio de ese año en la Cueva de los Leones, sobre la ruta nacional 33 y a 17 kilómetros de Bahía Blanca.
Telam